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600 g de garbanzos cocidos
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120 g de beicon en taquitos
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1 bolsa de hojas de espinaca
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1 cebolla morada
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2 ajos
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El zumo de 1/2 limón
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Unos piñones
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1 cucharadita de azúcar
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1 cucharada de comino molido
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Aceite
- Sal
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Pelamos la cebolla y la cortamos en plumas. Mezclamos en un bol 1 cdta. de sal, otra de azúcar, el zumo de limón y 1 vaso de agua; sumergimos la cebolla y la dejamos macerar 30-45 min en la nevera. Mientras, pelamos y picamos los ajos. Lavamos las espinacas, las escurrimos bien y troceamos las grandes. Enjuagamos los garbanzos.
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Calentamos una sartén honda con 1-2 cdas. de aceite, añadimos el beicon y el ajo y los salteamos hasta que se doren ligeramente. Agregamos los garbanzos escurridos, espolvoreamos con el comino y salteamos 1 min a fuego fuerte y removiendo. Bajamos a fuego medio, incorporamos las espinacas, sazonamos ligeramente y removemos hasta que se empiecen a ablandar; retiramos.
- Ponemos una sartén al fuego sin nada de aceite y doramos los piñones unos minutos. Escurrimos la cebolla. Servimos los garbanzos bien calientes con los piñones y la cebolla.
- La cebolla macerada con limón y azúcar aporta un contraste de textura y sabor muy rico pero, si tienes dudas, sírvela aparte.
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