Cuartos de pollo a la naranja glaseados con sirope de arce

Glaseado dulce y picante:

Pasa bajo el grifo la naranja para quitarle la cera de conservación y con un pelador apropiado saca la piel naranja, corta la en tiras y reserva.
Junta todos los ingredientes del glaseado menos las pieles de naranja y la naranja; tritura.
Coloca la mezcla anterior en un bol para microondas y deja espesar solo un poco de minuto en minuto a 700W; tardará alrededor de 5 minutos en total, pero vigila cada minuto porque se quema fácil. Añade las pieles de la naranja cuando esté lista.
Unta el pollo con aceite de oliva virgen extra, añádele la sal, la pimienta, el cilantro y el comino, y frota bien para que se impregne por todas partes del aderezo.
Corta la naranja en rodajas de medio centímetro.
Vas a utilizar una fuente apta para el microondas, untando en la base aceite de oliva o poniendo papel sulfurizado. Coloca encima los cuartos de pollo y las rodajas de naranja; vuelve a regar todo con aceite de oliva. Cubre el recipiente con una tapa apta o con film transparente perforado y cocina a potencia máxima (800W) durante 12-15 minutos.
Glaseado final: destapa, pincela el pollo con el glaseado y vuelve a cocinar sin tapar en intervalos de 2 minutos hasta que se dore (opcionalmente, puedes usar la función grill si tu microondas la tiene).

Que no se sequen. Si no quieres que los alimentos, especialmente las carnes y los pescados, se resequen al cocinarlos, es conveniente taparlos. Con esto conseguirás que las ondas lleguen de manera menos agresiva a la superficie del alimento, conservando mejor sus jugos.
Cocina uniformemente. Es decir, los trozos más pequeños irán en el medio y los más gruesos en los extremos. El calor del microondas incide con menos fuerza en el centro. Y no podremos colocarlos unos encima de otros. Si esto sucede, por ejemplo, en los sofritos, remueve cada cierto tiempo.
Temperatura de reposo. Cuando detienes el microondas, los alimentos no dejan de calentarse inmediatamente. Esto sucede porque las microondas hacen que las moléculas del alimento vibren y choquen entre sí, generando calor. Este movimiento no se detiene de golpe, sino que continúa unos 2 o 3 minutos después de apagar el micro. Por eso, es recomendable esperar un poco antes de sacar el ingrediente.